UAGN ha trasladado al Departamento de Desarrollo Rural y Medioambiente del Gobierno de Navarra, en la primera semana de julio, sin respuesta por su parte hasta el momento, la necesidad de flexibilizar la norma que prohíbe enterrar los rastrojos tras cosecha de cereal en los municipios más al sur de Navarra.

El criterio en este momento que ha establecido Navarra es que con el fin de evitar la proliferación de malas hierbas y la necesidad de aplicar herbicidas en los municipios que tienen asignado un rendimiento en secano de 3,7 Tn/ha se pueden realizar labores verticales superficiales (por ejemplo chisel) desde el 1 de agosto, manteniendo una buena cobertura vegetal del terreno y de esta forma compatibilizar los objetivos de preservar medioambientalmente el suelo  con las necesarias operaciones agrícolas.

Sin embargo, este marco, deja fuera a los municipios de menos de 3,7 Tn/ha que corresponden a la ribera de Navarra, que no podrían realizar ningún tipo de labor desde la cosecha del cultivo herbáceo de invierno hasta el 1 de septiembre en cumplimiento de la Buenas Condiciones Agrarias y medioambientales de la nueva PAC

Una situación que en este momento requiere de una reconsideración, ya que los episodios de tormentas acontecidos en las pasadas semanas, ha provocado un rebrote de hierbas que consideramos necesario trabajar de forma tradicional para preparar el suelo adecuadamente y reducir el impacto ambiental de una actuación posterior y a destiempo.

Por tanto, teniendo en cuenta  la situación meteorológica descrita, desde UAGN solicitamos que se permita mediante Resolución urgente, que tras cosecha de cereal se puedan realizar labores en las parcelas agrícolas  de toda las comarcas agrarias de Navarra a fin de limitar el desarrollo de estas hierbas que pueden ser un grave problema en la gestión de la prevención de incendios forestales, al ser  material combustible no controlado y que además para la preparación posterior del suelo en septiembre  sería necesario un tratamiento  importante de herbicidas y/o unas labores con el terreno más seco y por tanto más costosas para el agricultor y perjudiciales medioambientalmente por las emisiones y consumos asociados. Una actuación  que va en contra de los objetivos 2030  de la UE y de la gestión de costes de nuestras actividades agrarias. Especialmente para el sector ecológico resulta dañina esta situación, ya que no pueden  utilizar herbicidas y tampoco pueden  labrar hasta septiembre.

Esta petición se hace desde la coherencia con el Real Decreto 1049/2022  que establece las normas de condicionalidad y la circular del FEGA 14/2023 que habilitan a las CCAA a poder  adaptar la fecha establecida  a sus condiciones locales, como resulta el caso de Navarra y desde la petición urgente que los agricultores de los municipios afectados reclaman a una administración de Navarra que debe poner en practica la premisa básica de comprender las necesidades del sector en estos momentos tan complicados.