Esta riñonada implica una mejor protección del solomillo y por tanto mejor conservación de la carne durante más tiempo, el necesario hasta su venta final en las carnicerías. Por tanto consideramos que mantener el riñón y su grasa implica una mejor calidad del producto final, que es lo que persigue defender la sectorial para mejorar por tanto su venta y aceptación entre los consumidores.
Esta decisión de PROTECA ha sorprendido por su premura y falta de consenso con el sector, lo que ha provocado recelos en cuanto a la finalidad de esta decisión, quizá más orientada a mejorar su margen comercial que ha defender el futuro de Ternera de Navarra.
Entendemos que este no debe ser el principal valor que nos mueva como sector y por tanto la sectorial decide no apoyar esta propuesta de PROTECA y defender la canal actual. Si para ello nos vemos obligados a que no sea PROTECA en sus instalaciones quienes maten a los animales, es evidente que el sector buscará alternativas para defender su producto.
Así mismo, la sectorial considera que este momento de tensión puede ser el propicio para dinamizar un sistema de precios basado en acuerdos libres y vinculantes que mediante una referenciación adecuada y objetiva obligue a los operadores a cumplir unas tablillas. Para ello, es necesario la implicación de la Administración y la puesta en marcha de un plan integral de apoyo a la ganadería en concordancia con el compromiso público del que hace gala el Departamento de Desarrollo Rural.