La medicina en el trabajo es una de las cuatro especiales obligatorias de la prevención de riesgos laborales. Es «la especialidad médica que  estudia los medios preventivos para conseguir el bienestar físico, psíquico y social de los trabajadores, en relación con las características y riesgos de su puesto de trabajo.

Esta especialidad se basa en una herramienta fundamental: la vigilancia de la salud, que se traduce en un reconocimiento médico anual del trabajador y que es realizado  por personal sanitario especializado en el trabajo, enfermeras y médicos del trabajo.

El empresario tiene la obligación de ofrecer el reconocimiento médico a los trabajadores, y es aplicable a todos los trabajadores con independencia del tipo y de la duración del contrato,  aunque los trabajadores pueden rechazar la no realización del mismo, exceptuando los siguientes casos:

• Si existe normativa legal que les obligue.
• Si es indispensable para evaluar los riesgos a los que está expuesto el empleado.
• Si el estado general del trabajador supone un riesgo para sí mismo o para terceros.
• En el caso en que exista un menor de edad trabajando.

Los resultados de estos reconocimientos médicos serán confidenciales, no trascendiendo en ningún caso a la empresa. 

En términos de salud, esta especialidad preventiva tiene muchos beneficios, es ideal  para evitar el surgimiento de enfermedades y accidentes, encontrar a tiempo un buen tratamiento para las afecciones, y sobre todo, concienciar a las personas y lograr un cambio de actitud, para que lo irreversible pueda ser reversible.