Así lo demostró la cita, que abrió Fernando Santafé, Director General de Desarrollo Rural, antes de dar la palabra a Iñaki Mendióroz, Director de Sectores, Proyectos e Innovación en UAGN, que explicó en qué ha consistido la idea. “El cambio climático o la pandemia de estos años suponen una serie de retos ante los cuales hay que buscar alternativas socioeonómicas y ambientales; el mercado nacional e internacional demanda ser competitivos y otros factores como la Guerra de Ucrania incrementan los costes de producción a un sector que ya sufría estas tensiones antes. Esto empuja a echar mano de la innovación con iniciativas como ésta”, contaba Santafé.

Era la antesala de la exposición de resultados que se exhibieron, primero a través de un vídeo de José Vidal, CEO de Nutrinsect, que no pudo asistir; y, después, de la mano de Iván Flamarique, agricultor. Ambos socios de la iniciativa. Vidal narró el proceso de cría de grillos, primero de forma manual, pasando por un método semi-automático hasta finalmente dar con la manera de realizarla automáticamente con una herramienta llamada biorreactor. Flamarique, por su parte, habló de la obtención de fertilizantes, un abono bio-estimulante, que se logra a partir del Tenebrio, un gusano alimentado por desechos como lana o plástico y que también sirve como consumo de grillos, que a su vez luego son utilizados para la consecución de harina de alto valor nutricional. “Pensamos que la clave está en la mecanización. Los datos obtenidos nos indican que con la mecanización resultaría rentable”, decía, lo cual confirma el logro de las metas planteados al inicio de la iniciativa (aquí el powerpoint de su intervención).