Las dificultades estructurales que atraviesa el sector agroalimentario y que se pusieron de relieve en las manifestaciones de febrero y marzo se han visto agravadas hasta el límite por la crisis de covid-19. Las medidas de emergencia sanitaria adoptadas por el Gobierno central han supuesto graves distorsiones en la actividad ordinaria: producción, abastecimiento, empleo, transporte, venta, etc., que están obligando a un sobreesfuerzo al sector que sin embargo mantiene su compromiso por el suministro de alimentos desde la cadena alimentaria. Así mismo, el confinamiento y cierre de actividades hosteleras y de restauración ha paralizado el consumo fuera de los hogares, provocando la alarma en distintos ámbitos de comercialización que tienen en el canal Horeca su canal fundamental de ventas.

UAGN propone las siguientes medidas a partir de un diagnóstico compartido con el conjunto de la cadena alimentaria y expuesto en el Consejo Asesor Agrario.

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