Lo que sí adelantaba era la primera petición: “La creación de un impuesto a la gran distribución, porque lo que nos pagan por nuestros productos es ruinoso y el y la consumidor y consumidora, en cambio, sube. De modo que alguien se está lucrando por el medio. Ahí debe entrar la Ley de la Cadena, que se modificó gracias a nuestras tractoradas previas, pero ahora hay que aplicarla y esto es responsabilidad de la Administración”.

“También hay que realizar, rotundamente, una reforma la PAC, que se ha convertido en un absoluto monstruo funcionarial, que no sirve para garantizar los ingresos del agro y que si bien nosotros y nosotras lo pagaremos a corto plazo, a muy poquito corto plazo más lo harán los y las consumidores y consumidoras, que pagarán más por unos productos de menor calidad y menor seguridad alimentaria”, seguía.

No sólo eso: “Se ha subido el SMI, pero pedimos exenciones a las cuotas de la seguridad social para apoyar la contratación de trabajadores y trabajadoras. Por supuesto, también una ley de despoblamiento. Hace cinco años ya presentamos medidas para que ésta se desarrolle acompasada de una ley de desarrollo rural. Asimismo, un apoyo real a la ganadería intensiva y extensiva”, enumeraba Bariáin, y terminaba con un mensaje a la ciudadanía. “Esto no va contra la sociedad, es una batalla de todas y todos, debemos ganar todos y todas. No queremos molestar a la ciudadanía, simplemente queremos garantizar una alimentación sana y sostenible y ellos y ellas serán los primeros en beneficiarse, en lo dicho: en la consecución de productos seguros y, por supuesto, en el mantenimiento del medioambiente, que se cuida viviendo en un pueblo y todos los días haciendo algo por y para ese pueblo”, concluía.