El pastoreo es la mejor fórmula para el mantenimiento y generación del paisaje agrario; así como para prevenir incendios forestales. Los sistemas de apoya al sector no han logrado los objetivos de evitar la pérdida del tejido productivo y ofrecer alternativas a los ganaderos, como lo demuestran los parámetros de rentabilidad de las explotaciones, la reducción de la mano de obra activa o el índice de cooperativismos alcanzado.

A nivel estatal, Navarra sigue ostentando la mayor densidad de ovejas por kilómetro cuadrado a pesar de encontrarse en pleno declive. Si el año 2001 figuraban inscritas en el censo 671.874 ovejas pertenecientes a 2.366 explotaciones; en la actualidad el censo navarro no llega a las 500.000 ovejas y las explotaciones se han reducido a 1.971, según el último censo disponible de 2015. De ellas unas 100.000 (80%) pertenecientes a 275 explotaciones se destinan a la producción de leche y unas 400.000 (80%) correspondientes a 1.696 explotaciones a la producción de carne.

El declive del sector ovino es equiparable al experimentado a nivel estatal donde, debido a la escasa rentabilidad de estas explotaciones y al difícil relevo generacional, durante la última década ha visto reducida su cabaña en nada menos que 8 millones de ovejas, lo que representa un retroceso del -26´5%, muy similar al experimentado en Navarra.

La reducción del censo del ovino y del número de explotaciones es motivo de notable preocupación en UAGN dados los intangibles beneficios que aportan al paisaje y a la sociedad, así como a la vertebración del territorio. La continuidad de los sistemas tradicionales de pastoreo contribuye al equilibrio y la sostenibilidad, además de ser la mejor fórmula para la prevención de incendios forestales.

UAGN considera inaplazable actuaciones competenciales de las Administraciones comunitaria, estatal y foral tendentes a ofrecer alternativas de viabilidad a nuestros ganaderos y fomentar el consumo de este tipo de carne, poniendo freno a las importaciones masivas de cordero principalmente de Nueva Zelanda.

En esa misma dirección, UAGN requiere a la Administración foral para que vigile y controle el cumplimiento del reglamento europeo 1337/2013, que obliga a especificar en el etiquetado cárnico el lugar de cría, cebo y sacrificio; un fraude que se detecta con demasiada frecuencia, impidiendo que el consumidor pueda distinguir la procedencia del cordero que compra.

Al mismo tiempo desde UAGN pretendemos informar a los consumidores que el logotipo de la IGP Cordero de Navarra y la marca Reyno Gourmet garantizan la máxima calidad de nuestros corderos ya que han sometido a las más estrictas normas de calidad. Con ello, también colaboran en el sostenimiento de un sector ovino de Navarra que, a través del pastoreo tradicional, mantienen y regeneran el paisaje, sirviendo además de cortafuegos para evitar incendios forestales como el que a mediados de agosto asoló 4.000 hectáreas en la zona media.