En cuanto a la prohibición del uso de combustibles fósiles en la generación eléctrica y explotaciones agropecuarias, UAGN cree que en el ánimo de la norma está el considerar objeto de regulación normativa a las instalaciones, ya que una explotación puede tener varias instalaciones ganaderas dispersas en el territorio. De esta manera, indicamos que la obligación se fije por instalación agropecuaria, fijando la obligación en las de nueva creación y voluntario incentivado en las actuales. Por otro lado, las instalaciones actuales que superen estas dimensiones para favorecer la transición en 2030, hacia el uso de energías de origen renovable como la biomasa, precisan de un apoyo e incentivo mediante una línea de subvenciones específica como ocurre en otros sectores. Dicha aportación no ha quedado recogida.

En cuanto a la energía solar fotovoltaica, UAGN considera que las características de los edificios de uso agropecuario como almacenes, bodegas u otras instalaciones cooperativas, precisan de grandes dimensiones para el almacenamiento de material, equipamientos o producto. Sin embargo, este uso habitualmente no conlleva grandes necesidades eléctricas, lo que hace desproporcionado utilizar como referencia la superficie de cubierta frente al consumo eléctrico, ya que en muchos casos no sería necesario instalar tanta potencia eléctrica, encareciendo innecesariamente la inversión y perjudicando directamente la viabilidad económica de la entidad.

UAGN propone que en el sector agropecuario estas instalaciones fotovoltaicas se vinculen orientativamente para cubrir un porcentaje entre el 30 y 40 % del consumo anual de electricidad ya que en el sector agropecuario la mayoría de las instalaciones de grandes dimensiones (superiores a 2.000  m2) que menciona la norma se deben a instalaciones dedicadas a almacenamiento de granos, bodegas u otro tipo de producciones que se caracterizan por un bajo consumo eléctrico y muy estacional distribuido específicamente en los meses de actividad de transformación/ elaboración  como la época de vendimia en el caso de las bodegas. Por tanto, consideramos que se puede dar la paradoja de que si se obliga a alcanzar un umbral de uso de superficie de cubierta del 30 % , la potencia instalada sería muy superior a la que realmente necesita la instalación, lo cual provoca un encarecimiento de los costes de producción no alineados con un criterio de eficiencia del consumo basado en el análisis de la distribución anual del consumo, lo que consideramos va en contra de los objetivos que persigue la norma. Esta propuesta no ha sido recogida.

En las líneas de actuación de transición energética y mitigación del cambio climático en el sector primario, UAGN considera que la lucha contra el cambio climático debe establecer de forma clara el papel mitigador que tiene la agricultura y la ganadería y de esta forma, poner en valor la capacidad de absorción de C atmosférico de los cultivos establecido científicamente.  Este papel de sumidero de carbono de los cultivos, es un concepto que se debe incluir en el cálculo de la Huela de Carbono y así permitir articular incentivos para el uso de cultivos y técnicas que favorezcan este propósito. Dicha propuesta sí ha sido admitida.

En cuanto a la nutrición del suelo, UAGN cree que se hace necesario coordinar estas medidas con las que se vayan a poner en marcha en los planes estratégicos de la nueva PAC, de modo que se actúe de forma simplificada, eficiente y coordinada para el desarrollo de la misma base de actuación normativa.

UAGN seguirá trabajado en los próximos meses para que en el marco de dicha normativa se tenga en cuenta el importante papel de la agricultura y la ganadería como protector del medioambiente.