El anuncio realizado hoy por la Consejería de Desarrollo Rural y Medio Ambiente es acogido con satisfacción por UAGN, ya que atiende a las reclamaciones que se han realizado por parte del sector agrario, que solicitaban la retirada de la propuesta.

UAGN denunció públicamente la propuesta elaborada por la Dirección General de Medio Ambiente que interfería gravemente en la actividad agraria incrementando las exigencias medioambientales y limitando numerosas actividades y manejos incluido el regadío en términos incomprensibles, en ausencia de un proceso participativo transparente y dialogado con el sector.

En su conjunto suponía un cambio sustancial de la política agraria que afectaba a la ordenación territorial  y de la actividad económica que inmediatamente fue secundada por otras organizaciones y entidades locales que se sumaron a una alegación genérica que lideró UAGN. Esta alegación fue presentada por 47 entidades de todo el ámbito social y económico de las zonas afectadas que puso de manifiesto las deficiencias de transparencia y dialogo sectorial que tenía la propuesta.

Por tanto UAGN reconoce el paso atrás dado por la Consejera, Itziar Gómez, con el objeto “de que se pueda iniciar un proceso de participación desde el territorio de forma más sosegada.” De tal forma que con tiempo suficiente se desarrolle una estrategia de conservación de las aves esteparias compatible con la actividad agroalimentaria y sus gentes, que sea consciente de la importancia del sector agrario en un contexto de máxima dificultad por la reforma de la PAC, el incremento de costes, la emergencia energética, la sequía  y la falta de una remuneración justa en gran parte de nuestras producciones agrícolas y ganaderas.

En este sentido, Félix Bariáin, presidente de UAGN, manifiesta que “desde UAGN esperamos en consecuencia un proceso de diálogo, sereno, transparente donde el sector agrario sea escuchado y que marque un cambio en la tendencia arrolladora  de la política medioambiental del Gobierno de Navarra en cuanto a las propuestas que afectan al equilibrio territorial y socio económico de nuestra tierra,  donde  la actividad agroalimentaria es el motor para la lucha contra el despoblamiento y la resiliencia alimentaria en un momento de máxima incertidumbre y volatilidad”.