El agro al frente, cuando el campo se convierte en cortafuegos
18/09/2025
El agro al frente, cuando el campo se convierte en cortafuegos
18/09/2025

Navarra deja a 13 jóvenes fuera del campo

UAGN denuncia que casi una quincena de personas hayan quedado excluidas de las ayudas de primera instalación, por falta de presupuesto en la Administración.

La Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN) considera inadmisible que, pese al incremento de recursos anunciado para el programa Lurberri, 13 jóvenes con proyectos viables de incorporación al sector primario hayan quedado excluidos de las ayudas de primera instalación por una falta de previsión y de fondos en la Administración.

           “Según los datos hechos públicos por el propio Gobierno de Navarra, 95 jóvenes recibirán este año ayudas de entre 40.000 y 80.000 euros, en el marco del nuevo plan Lurberri, que ha movilizado 4,5 millones de euros, un 32 % más que en convocatorias anteriores”, explica la directora técnica de UAGN, Sandra Muñoz. “Sin embargo, 13 solicitantes, que cumplían todos los requisitos, se han quedado fuera debido únicamente a la insuficiencia del presupuesto”, continúa.

           Para UAGN, este hecho evidencia una grave incoherencia entre el discurso institucional de apoyo al relevo generacional y la realidad presupuestaria. “No basta con reconocer la ‘alta y cualificada demanda’ ni con prometer que en el futuro se aumentarán los recursos. Hoy, 13 jóvenes con vocación agraria ven frustrado su proyecto profesional por falta de previsión y planificación presupuestaria. Navarra no puede permitirse perder este talento ni estas oportunidades de futuro”, reclama Muñoz.

Responsabilidad y medidas urgentes
           UAGN exige autocrítica y una respuesta inmediata de la Dirección General de Desarrollo Rural:

    • Aprobación urgente de un crédito presupuestario extraordinario que permita incorporar de manera inmediata a estos 13 jóvenes.
    • Planificación realista de futuras convocatorias, para que el relevo generacional no quede en meras declaraciones de intenciones.

           Además, UAGN recuerda que, desde todos los ámbitos institucionales —Parlamento Europeo, Ministerio de Agricultura y propio Gobierno de Navarra— se insiste en la necesidad de impulsar medidas eficaces que frenen el despoblamiento rural y favorezcan la actividad agraria. Este discurso, que apela a mantener vivos los pueblos y preservar el entorno natural, genera expectativas en quienes desean apostar por el campo como modo de vida. Sin embargo, la realidad muestra una profunda contradicción: mientras se reconoce que la agricultura y la ganadería constituyen la base económica, social y cultural de muchas zonas rurales, se permite que 13 jóvenes queden sin la posibilidad de incorporarse al sector y de garantizar la continuidad de un modelo productivo esencial.

Impacto en el medio rural
           Este hecho no solo supone un obstáculo personal para las personas afectadas, sino que mina la credibilidad de las políticas rurales. “Sin relevo generacional en el campo, no hay futuro para nuestros pueblos”, subraya Muñoz, recordando que cada joven que se queda fuera es un paso atrás en la lucha contra la despoblación y en la conservación del medio rural.

           El problema no se limita a la denegación de la ayuda de primera instalación: también impide acceder a otros beneficios fundamentales asociados a esa concesión, como las ayudas PAC, el acceso a derechos de la Reserva Nacional, la asignación de comunales o las ayudas a inversiones en explotaciones agrarias. Todos estos recursos, diseñados precisamente para favorecer el arraigo en el sector y garantizar la viabilidad de los proyectos, se convierten en un muro infranqueable cuando la puerta de entrada se cierra.

Contra el despoblamiento
           “Cada joven que se queda fuera es una empresa agraria menos y una comarca que pierde actividad económica y social. La Administración no puede escudarse en la falta de recursos cuando se trata de garantizar el futuro del campo navarro”, advierte la directora técnica de UAGN.

           “El compromiso de ‘ir aumentando los recursos destinados al programa Lurberri’ no puede quedarse en una promesa a futuro: debe materializarse en hechos concretos y en un refuerzo presupuestario inmediato. No es aceptable que jóvenes que cumplen todos los requisitos vean frustrada su incorporación al sector por falta de fondos. Garantizar su apoyo es una obligación institucional y una condición imprescindible para asegurar el relevo generacional y el futuro de nuestros pueblos” afirma, tajante, Muñoz.