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"Mi generación ha ayudado a que las mujeres seamos más independientes"

Juana María Ariztegui Oyaregui, de 62 años, casada y con 3 hijos, es natural de Lantz. Actualmente vive y tiene su granja de vacuno de leche en Arraitz, en el valle de Ultzama, que pertenece al grupo Lacturale.

A los 17 años se trasladó a Pamplona, y durante 14 años, trabajó como dependienta en una tienda textil. En aquel entonces participó muy activamente en la defensa de los intereses de las trabajadoras. “Pertenecía al comité de UGT y me gustaba involucrarme y defender nuestros intereses. Desde muy joven, siempre he sido muy reivindicativa. Hicimos manifestaciones, huelgas, etc., para mejorar nuestras condiciones salariales”.

Posteriormente, con una gran experiencia y trayectoria asumió el cargo de vocal en la Junta Directiva de UAGN, en 2019, para poder defender los intereses del sector y de la mujer rural. “Parte de lo que soy ahora es lo que he aprendido como dependienta cara al público. Aprendí a ser más independiente y a luchar por lo que nos correspondía. Creo que es fundamental que las mujeres creamos en nosotras mismas, porque tenemos las mismas capacidades que los hombres”. Ariztegui considera que es importante que haya mujeres en cargos de responsabilidad, pero es fundamental que sean personas válidas, independientemente del sexo que tengan.

Con 26 años se casó con Miguel Angel Hernandorena y se fue a vivir a Arraitz. Su marido trabajaba en una fábrica de productos lácteos situada en un polígono industrial cercano al pueblo y ella seguía en la tienda de Pamplona y además ayudaba en casa con el ganado.

 

En 1996 cierra la fábrica de su esposo, y apuestan por la creación de una granja más grande y profesional a las afueras del pueblo con 40 vacas de ordeño. Tras dejar su trabajo en Pamplona, en 2002 se instala como ganadera y crea, junto a su marido la sociedad civil Hernandorena-Ariztegui.  “Una de las decisiones más importantes de nuestra vida fue cuando cierra la fábrica de mi marido, y creamos nuestra empresa de un mayor volumen, nos convertimos en ganaderos profesionales”.

Pertenecen al Grupo Lacturale, como fundadores de la empresa. “En 2008, junto a un grupo de ganaderos y ganaderas que producíamos una leche de gran calidad certificada en producción integrada y buscábamos conseguir un mejor precio para nuestra leche, creamos Lacturale”. Actualmente tienen 115 vacas en ordeño.

Pero la situación de los costes de producción está obligando al cierre de muchas empresas agrarias. “Nos enfrentamos a un problema que nos afecta a todas las personas que trabajamos en el campo. Es fundamental el cumplimiento de la Ley de la Cadena para que las personas que trabajamos en la agricultura y la ganadería tengamos unas empresas viables y podamos contribuir a alimentar a la ciudadanía, al mantenimiento del medio ambiente, la fijación de la población en los pueblos”, denuncia.

“Así mismo”, denuncia “la nueva PAC en mi empresa nos obliga, para acceder al ecoregimen de rotación, el sembrar especies mejorantes, entre ellas leguminosas, cultivos que en mi zona no funcionan. Esto supone el tener que comprar camiones de maíz para el ganado, en lugar de sembrarlo en mis campos, también se nos prohíbe en algunas ocasiones echar purines cuando se trata de un fertilizante orgánico. Con estas restricciones que agronómicamente no tienen sentido, ¿cómo van a ser viables nuestras empresas?”, reivindica.

Ariztegui considera que la situación de las mujeres de antaño era muy distinta a lo que es ahora. Navarra siempre ha sido una comunidad muy matriarcal, las mujeres han tenido el mando a nivel familiar, pero no estaban visibilizadas en el mundo laboral. “Mi generación es la que empieza a visibilizarse; en mi valle, Ultzama, estamos unas 10 mujeres ganaderas de vacuno de leche”.

Ser ganadera le permitió tener más independencia y libertad. “Trabajar en el sector agrario nos ha permitido a mi marido y a mi criar a los tres hijos, nuestros hijos no han renunciado a las vacaciones, a las extraescolares, etc”. En casa de Juana Mari y Miguel Angel las decisiones son conjuntas. “Nos gusta contrastar y debatir los temas entre la familia”.

El pasado mes de febrero fue nominada a los V Premios MujerAGRO, organizados por la Agencia de Comunicación Siete Agromarketing y el periódico digital eComercio Agrario, lo cual la convierte en un referente que sirve de ejemplo e inspiración para generaciones futuras.

Nos encontramos en el sector un problema de envejecimiento de la población que afecta directamente a hombres y mujeres. “Nosotros tenemos la suerte de que nuestro hijo se instaló hace dos años y va a continuar con la empresa familiar. Con su incorporación hemos innovado poniendo dos robots de ordeño, mejorando así nuestro trabajo y bienestar animal. Estamos muy contentos, le hemos transmitido la ilusión del proyecto Lacturale, que ahora empieza a dar sus frutos después de mucho trabajo y esfuerzo. Yo me considero una privilegiada porque trabajo en lo que me gusta y la libertad de trabajar en la granja”.