Estas investigaciones, llevadas a cabo por INTIA, forman parte de un conjunto de más de 250 ensayos anuales, persiguen adaptar el sector a los retos climáticos y técnicos actuales, y responder a una demanda histórica del sector agrario: contar con datos fiables para tomar decisiones agronómicas eficaces, mejorar el rendimiento y garantizar la viabilidad del sector cerealista, especialmente en un año en el que las condiciones meteorológicas han sido variables pero apuntan a una buena campaña de cereal.

La colaboración entre agricultores e investigadoras, subrayaba INTIA, refuerza la innovación en el campo y demuestra que la co-creación de soluciones reales es el camino para un sector primario más fuerte y resiliente.