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El pasado 7 de noviembre se aprobaron las ayudas correspondientes a la convocatoria de ayudas a inversiones distintas a regadío en zona del Canal de Navarra de la convocatoria del año 2017. Se trataba de la última parte de las ayudas de ese año, una vez que en el mes de mayo se resolvieron las destinadas a la instalación de jóvenes agricultores y en julio las solicitadas para realizar inversiones en instalaciones de riego en la zona del Canal de Navarra.

Los datos obtenidos reflejan que poco más de la mitad de las solicitudes presentadas recibirán ayuda, es decir, que de las 347 solicitudes presentadas solamente 188 han sido admitidas (un 54%), quedando 159 explotaciones fuera de la ayuda. Si lo expresamos en euros resulta que de los 58.000.000 €, que supone el conjunto de las inversiones planteadas, se quedan sin ayuda inversiones por un valor de 27.000.000€. Las cifras hablan por sí mismas y reflejan que el sector agropecuario sigue activo y con deseos de invertir, pero la partida presupuestaria asignada es claramente insuficiente.
Este desajuste entre el importe habilitado para las ayudas y las necesidades de inversión que se plantean, es un problema que se viene arrastrando gravemente desde el año 2015, fecha desde la que se vienen asignando las ayudas por un sistema de concurrencia competitiva basado en la priorización de expedientes que obtengan más puntuación sobre unos criterios establecidos al respecto. De esta forma se está dejando sin ayuda año tras año a casi la mitad de las explotaciones que lo solicitan y solo hay dinero para las inversiones de agricultores y ganaderos de nueva incorporación, como lo indica el dato de que en esta convocatoria solamente se les haya otorgado ayuda a 25 solicitudes presentadas por agricultores que no son considerados jóvenes (el 13 % de las concedidas). La puntuación necesaria para poder acceder a las ayudas a quedado en 90 puntos, frente a los 75 puntos necesarios en la convocatoria anterior.
Todos estos datos dibujan el desolador contexto de las ayudas de cara a la nueva convocatoria que se prevé sea publicada en el BON antes de finalizar el año. Ya se han aprobado los criterios cálculo de baremación para los nuevos expedientes en una línea continuista en la que solamente se incluyen tres modificaciones:
• Ubicación geográfica de la explotación: igual que en convocatorias anteriores, se puntúa favorablemente a las explotaciones situadas en zona de montaña o en zona con limitaciones naturales significativas pero, en lugar de conceder 20 puntos a todas ellas como en las convocatorias anteriores, se asignarán con este criterio: zona alta montaña (20 ptos), zona montaña (16 puntos) y resto de zonas con limitaciones naturales significativas (12 ptos). Se aplicará el nuevo mapa que delimita estas zonas, aprobado este año.
• Generación de empleo: se sigue concediendo puntuación a las explotaciones que favorezcan el empleo, en base a un compromiso en cuanto al incremento de UTAS de la misma; la diferencia está en que se va a aplicar la nueva Orden Foral 225/2018, de 6 de septiembre, de la Consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, por la que se establecen las Unidades de Trabajo Agrario y Renta Unitaria en la Comunidad Foral de Navarra. Esta ley incorpora dos modificaciones importantes: por un lado, los valores en cuanto al cálculo de UTAs/ha, para cada cultivo han cambiado para algunos de ellos, destacando el incremento que sufre el espárrago, pasando de las 2,5 ha/UTA que se necesitaba anteriormente, a 3,33 ha/UTA en regadío y 4,15 ha/UTA en secano, de la nueva noema.
• Sostenibilidad: se seguirán puntuando las solicitudes que fomenten métodos de producción más respetuosos con el medio ambiente, como la producción en ecológico y la ganadería extensiva de razas autóctonas, a las que se añade la apicultura siempre que suponga una dimensión mínima de 0,5 UTAS, lo que equivale a 100 colmenas.
Con este sistema de concesión de ayudas por concurrencia competitiva, queda claro que la puntuación obtenida por cada solicitud es la llave que abre o cierra sus posibilidades de recibir ayudas, siempre que no se aumente el presupuesto destinado a las mismas. Existe un amplio grupo de explotaciones, que son las formadas por agricultores que llevan en el sector más de 5 años (por lo que ya no son considerados “jóvenes agricultores” aunque quizás no hayan cumplido los 30 años), a las que este sistema de baremación les impide alcanzar una puntuación suficiente para poder optar a las ayudas.
UAGN ha solicitado en los últimos años la modificación de esos criterios dando valor la producción integrada y otros sistemas de producción sostenibles, además del ecológico, tener en cuenta la creación de puestos de trabajo por incremento en UTAS reales, favorecer verdaderamente las inversiones innovadoras, valorar la pertenencia a varios regímenes de calidad…
Nos encontramos dentro del Plan de Desarrollo Rural 2014-2020, en el que ya se han realizado 3 convocatorias de ayudas, todas con este sistema (2015-2016 y 2017), así que quedan todavía otras tres convocatorias; parece demasiado pronto como para dar por buenos los criterios utilizados hasta ahora y agotar el PDR sin realizar cambios que mejoren el reparto de las ayudas entre todos los solicitantes; consideramos que es indispensable aumentar el presupuesto.
Y habilitar otra línea de ayuda propia, para que los no jóvenes puedan tener ayudas en las que valore la calidad de los proyectos en base a otros criterios, como puede ser, por ejemplo, ser agricultor profesional, pertenecer a zonas con riesgo de despoblamiento rural, plantear inversiones innovadoras, etc.