Candidatura única de UAGN al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida »Navarra»
30/05/2018Jornada “Garnacha en blanco”
01/06/2018Candidatura única de UAGN al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida »Navarra»
30/05/2018Jornada “Garnacha en blanco”
01/06/2018- Leche, yogur y queso: proteínas de excelente calidad biológica debido a su elevado aprovechamiento, frente al 60-65% de las vegetales, que sin embargo llegan al consumidor a un precio muy asequible
- La densidad de micronutrientes como minerales y vitaminas es también considerable en los productos lácteos
- Diversidad en el aporte de energía gracias a la posibilidad de disponer de productos con toda su grasa (enteros), semi o desnatados
Las proteínas son uno de los pilares de la alimentación. El cuerpo necesita que se las facilitemos a través de la alimentación ya que no las puede generar por sí mismo. La cantidad a suministrar varía en función de las necesidades propias de cada organismo. Los niños en fase de crecimiento, las mujeres gestantes o los deportistas se encuentran entre los colectivos con una mayor necesidad de ellas, aunque también son necesarias en casos como nuestros mayores, ya que se trata de un elemento imprescindible para un buen funcionamiento general de nuestro organismo, a cualquier edad y en cualquier situación.
A la hora de establecer las fuentes donde obtener las proteínas, nuestra tradición alimentaria ha puesto a nuestro alcance dos grandes familias de proveedores. Por un lado, se encuentran las proteínas de origen vegetal y, por el otro, las de origen animal. Un régimen alimentario completo debe ser aquel que cumpla con los requisitos del organismo favoreciendo su óptimo funcionamiento y contribuyendo al buen estado de salud general.
En este sentido, la combinación de las proteínas tanto vegetales como animales ha sido la forma en la que la Dieta Mediterránea ha cumplido con nuestros requerimientos proteínicos. De esta forma, alimentos como las legumbres o los cereales conviven con las carnes magras, la leche y los derivados lácteos. El protagonismo propio que tienen todos estos elementos contribuye a que el conjunto hayo sido avalado como uno de los regímenes alimentarios más saludables del mundo.
Importancia de la calidad
Para seguir una Dieta Mediterránea es necesario incorporar a nuestro día a día todos los grupos de alimentos que ésta incluye, siguiendo sus patrones de frecuencia y cantidad. La leche, los yogures y los quesos son uno de los principales proveedores de proteínas, vitaminas y minerales. Tal y como afirma el doctor en Biología, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, Universidad de Granada y presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición, FINUT, Ángel Gil, “la leche y los lácteos tienen una proteína de una calidad biológica muy elevada, ya que el aprovechamiento de sus componentes es máximo”.
A juicio del también presidente del Comité Científico del Programa Europeo Di que sí al menos a 3 lácteos al día, “las proteínas de la leche se aprovechan en un 98 por ciento, mientras que las proteínas de origen vegetal sólo se aprovechan en un 60-65 por ciento”. Para Ángel Gil, “la leche, los yogures y el queso destacan, también, por su elevada densidad de micronutrientes. El contenido en minerales, como el calcio, el fósforo, el selenio, el cobre o el zinc, todos ellos esenciales, y las vitaminas del grupo B, del A y el D, son un argumento a tener en cuenta a la hora de incluirlos en nuestro régimen alimenticio”. Además, la presencia de algunos nutrientes, como la lactosa, facilita la absorción de algunos de ellos y modula la microbiota intestinal.
Como máximo representante de FINUT y del Comité Científico del Programa Europeo, Ángel Gil defiende la presencia de los la leche, los yogures y los quesos como una manera accesible y fácil de tomar de cumplir con el aporte de proteínas y micronutrientes que nuestro organismo necesita.
A través del “Programa de promoción de la leche y los productos lácteos en el marco de unas prácticas dietéticas adecuadas”, Inlac y la Comisión Europea dan una respuesta sólida y conjunta a la necesidad de fomentar la presencia de la leche y los productos lácteos en el día a día de los ciudadanos españoles, además de fomentar la actividad física como estrategia frente a los problemas de salud relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad.