La norma que recogerá el etiquetado obligatorio del origen de la leche acumula más de un año de retraso para su aprobación ante el descontento de Organizaciones agrarias, como UAGN, los ganaderos y los consumidores, que son los más interesados y que achacan esta situación a la lenta burocracia o al cambio de Gobierno.

Según diversas fuentes, se espera que el Gobierno lo apruebe antes de que acabe 2018: España se equipararía así a países como Italia, Francia o Portugal que ya han legislado al respecto. Desde UAGN, que siempre hemos apoyado la propuesta normativa no entendemos el retraso en su aprobación.

Como ya informó UAGN, informe desfavorable emitido por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hace tres meses hizo retrasar el trámite y también ha podido incidir el cambio de Gobierno, al paralizar momentáneamente los trámites legislativos.

El hecho de que el nuevo ministro de Agricultura, Luis Planas, haya mantenido algunos altos cargos del anterior Ejecutivo, como Fernando Miranda (actual secretario general) porque es conocedor de la materia debe servir para agilizar los trámites y sortear las presión que hayan podido ejercer grandes multinacionales para evitar o postergar su aprobación.

Los consumidores son los principales destinatarios de este real decreto y organizaciones de consumidores consideran que este retraso es inadmisible. La norma es positiva porque defiende el derecho del consumidor a la información una de las formas de garantizar la libre competencia es dando la información máxima posible al cliente para que pueda elegir libremente qué tipo de producto quiere.