Las nuevas generaciones que llegan al campo
23/08/2018Lógica preocupación en el sector del huevo
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29/08/2018En el seno de la Unión Europea, únicamente en Portugal, los precios en origen del pollo son más bajos que en España. En España, unas 30.000 personas viven de la cría de aves -entre las que se encuentran incluidas pavos, patos, pintadas, codornices o faisanes- pero el líder indiscutible es el pollo blanco, el broiler, que en un máximo de 42-45 días se engorda para llegar a rozar los tres kilos. Una máquina de transformar pienso en proteína animal….
Esa producción intensiva se realiza en el suelo de naves -no en jaulas- donde la densidad de los ejemplares está en 33 kilos por metro cuadrado de peso vivo, lo que marca la directiva europea de bienestar animal de 2007. Esto quiere decir que en cada metro cuadrado caben hasta 12 pollos en su peso máximo al final del ciclo. Dentro del reglamento comunitario se especifican otras condiciones de humedad, luz, temperatura o alimento para garantizar el mínimo estrés posible a los ejemplares.
Eso, unido a unas circunstancias empresariales concretas, hace que los precios del kilo de carne en España sean bajos (1,67 euros en las cotizaciones de 2017) frente a los que se pagan en origen en el resto de Europa, de 1,83 euros de media. Solo Portugal tiene un pollo más barato en origen. En el supermercado, ese precio (incluidos costes logísticos e impuestos) ronda los 3 €.
Con la crisis, la carne de pollo vivió un buen momento, cuando la depresión económica hizo que los hogares se pasasen a este alimento en detrimento de otras carnes más caras, pero en los últimos años el consumo en los hogares ha descendido paulatinamente desde 2013. De los casi 15 kilos per cápita al año en 2012 se ha pasado a poco más de 13. El único consuelo ha estado en el turismo, que invariablemente genera un incremento de las ventas veraniegas por ser un producto ligero, barato, rápido de elaborar y que, además de en asadores, también se consume en preparados como los kebaps.
El sector está integrado en un 90 %, las mismas empresas poseen los piensos, realizan la cría, el cebo, el sacrificio, despiezan, envasan y distribuyen la mercancía gracias a sus activos y a las granjas asociadas. En la gran distribución, la carne de ave es un producto reclamo, como la leche o el pan, y su precio siempre está contenido.
El pollo continúa siendo la proteína más barata de origen animal, y aunque en el sector de la distribución hay signos de recuperación, es más en volumen que en precios de venta, y ello se traduce a que sus cotizaciones en origen han estado este verano de 2018 incluso por debajo de 1 €/Kg.
A medida que avanzó el verano los precios empezaron a recuperarse, pero no para los productores sino únicamente para las empresas integradoras y distribuidoras.
PRODUCTO RECLAMO
A pesar de las denuncias insistentes de organizaciones agrarias – entre ellas UAGN- sobre ventas a pérdidas en la distribución (de hasta 2,18 euros el kilo con IVA incluido) por ahora no han prosperado. La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) no halla, según explica el ministerio de Agricultura, prácticas generalizadas. El Ministerio admite que les han llegado 38 casos, pero solo ha incoado tres expedientes por retrasos en los plazos de pago a dos cadenas de supermercados.
Resulta obvio que la gran distribución tiene un alto poder de control de los precios, ya que canaliza casi la mitad de las ventas y solo un 26% se coloca en carnicerías y charcuterías. Los granjeros son muy sensibles al mercado interior porque apenas hay negocio exterior, ya que éste supone solo el 15%.
PRODUCCIÓN
Según datos del ministerio de Agricultura, en España se sacrifican 760 millones de aves al año para carne – una media de 16 por habitante- y hay 46,7 millones de gallinas ponedoras que suministran más de 1.000 millones de docenas de huevos al mercado.