“Siempre es motivo de felicidad obtener algún tipo de reconocimiento, sobre todo cuando es debido al esfuerzo, motivación, apuesta… que una pone a algo en lo que cree, que es el sector primario; eso a lo que me dedico, decidida, cada día cuando me levanto”, explica Flores. “Me siento agradecida tanto por el hecho de haber resultado finalista como por tener la suerte de ser parte de este gremio, que me ha aportado tanto”, continua.

            La de Poke Gaztak es el claro ejemplo de compromiso e implicación con el agro: no sólo como parte de la Ejecutiva de UAGN, por la mejora del sector, sino por su propia historia personal, digna de mención… es ganadera de ovino de nueva instalación. Concretamente, desde 2021, tras decidir dejar su trabajo como maestra para ocuparse por entero al campo, engrosando así un sector que además echa en falta más presencia femenina.

Mujer, joven y rural

            Es más, Hodei admite que la ganadería le ha brindado algo con lo que cada día luchan personas de todo el mundo, especialmente las madres: “El campo me ha dado libertad, ahora puedo conciliar. Es cierto que meto muchas horas, este oficio es muy esclavo. Sin embargo, me ha permitido cuidar a mis hijas como siempre he querido”. Lo cierto es que la vocal de la Ejecutiva creció familiarizada con el entorno rural. “Nunca me imaginé dedicándome a esto. Estudié magisterio, y dejé las cosas claras a mi socio y marido, Fernando Igoa: cada uno nos dedicaríamos a lo nuestro’”. No obstante, se fue introduciendo poco a poco para pasar más tiempo con él, con quien hoy comparte la empresa agraria: “Lo decisivo, lo que realmente me impulsó a dar el paso a dedicarme al cien por cien a esto, fue el formar una familia y, más en epecífico, el tener una niña con Trastorno del Espectro Autista (TEA)”.