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15/06/2023Tres jóvenes emprendedores sanean parcelas agrícolas
Las fuertes precipitaciones, que cada vez son más frecuentes, causan inundaciones y dificultades en la gestión de los recursos hídricos. El sector agrario depende, en gran medida, de ciertas temperaturas y niveles de precipitación, de los que se ve particularmente afectado. Tres jóvenes de Torres de Elorz se dedican, desde hace algo más de un año, a mejorar la situación de estos campos con la realización de drenajes con una máquina bulldozer patentada en 2001, y cuentan cómo “colocando un drenaje con nosotros puedes llegar a amortizarlo en cinco años”.
Las inundaciones provocan campos agrícolas saturados o incluso completamente cubiertos con agua estancada. En el sector agrario es fundamental que los suelos no se encharquen, ya que un suelo mal drenado pierde mucho rendimiento
Y sobre esto, los hermanos Miguel Echarte Zubillaga, ingeniero agrícola de 28 años, y Eduardo Echarte Zubillaga, técnico Superior en Automoción de 23 años, y Miguel Lacunza, técnico Superior de Paisajismo y Medio Rural, de 24 años, saben mucho.
Vecinos de Torres de Elorz y trabajadores del campo deciden emprender el pasado año con una empresa dedicada al drenaje: Ahí va el agua.
El objetivo de la empresa es sanear parcelas agrícolas. “En Navarra, y en general en toda España, tenemos muchos problemas de acuíferos, de pozos o de excesivas lluvias en determinados momentos del año y nuestros campos se ven gravemente afectados porque llega un momento en el que la planta no tiene oxígeno para respirar y se produce la asfixia radicular y muere”, cuentan.
Conocieron esta empresa porque Iñaki, el anterior propietario e inventor de la patente, “vino a hacer trabajos a mi tío, cuando trabajábamos con él”, cuenta Miguel Echarte. “Iñaki necesitó un trabajador para su empresa y mi tío, que tenía menos trabajo en aquel momento, me ofreció la posibilidad de trabajar con él. Estuve un par de veranos y veía que la empresa tenía mucha proyección”.
Miguel Echarte cuenta cómo cuándo trabajó para Iñaki, que tenía más de 70 años, estaba pensando en la jubilación y le ofreció la posibilidad de que siguiera con el negocio. “Pero en esos momentos empezó la pandemia y él falleció. Posteriormente, las conversaciones prosiguieron con su hermana, que era la hereditaria del patrimonio, y nos lo puso muy fácil, porque al haber tenido tanta relación con él, nos tenía mucho aprecio. Y la verdad es que no nos lo tuvimos que pensar mucho porque no era para nosotros una gran inversión, compramos la máquina bulldozer, la patente, y una serie de herramientas para continuar con la empresa”.
Estos tres jóvenes profesionales explican como metiendo drenajes como el suyo, se puede amortizar la inversión en cinco años. “Los drenajes todavía están poco valorados, tenemos un gran trabajo de sensibilización para explicar lo importante que es. Y lo mejor, es el boca a boca, porque hacemos un buen trabajo”.
Un proceso de drenaje innovador
Antiguamente, el proceso de drenaje consistía en hacer un agujero con la pendiente natural del campo, introducir piedra y cerrar el agujero y que la piedra, de modo natural, fuera extrayendo el agua. Pero esta piedra al final se obstruía y los drenajes duraban poco tiempo.
Actualmente hay otros sistemas de drenaje con pala retroexcavadora. Se trata de abrir, rellenar de grava, nivelar, poner tubo, volver a poner grava y tapar. Pero es un sistema que puede provocar encharcamientos por no nivelar bien el agujero, porque muchas veces son muy largos los conductos.
Sin embargo, el sistema que patentó Iñaki, es un sistema que directamente en una misma pasada abre la zanja, introduce el tubo y la grava y vuelve a tapar. Por lo tanto, es muy eficiente, y se ahorran muchos costes para el profesional del campo. “La parte más complicada es la realización del estudio topográfico, donde se mide previamente el terreno, las pendientes y los puntos más bajos, por donde tiene que salir el tubo.
Actualmente el trabajo lo hacemos de forma manual, pero este verano vamos a automatizar el bulldozer con un GPS que permita georreferenciar los conductos, ya que nos facilitaría mucho el trabajo. También nos gustaría implementar un sistema en el que el propio bulldozer reconozca la altura del terreno y vaya bajando el rejón para darle pendiente. Se trata de ir invirtiendo poco a poco, la tecnología es fundamental hoy en día, te permite automatizar y optimizar el trabajo”.
Cuentan los tres jóvenes que disponen de muy pocos meses para trabajar, desde que se termina la cosecha, hasta que se siembra. “Empezamos el año pasado y nos fue muy bien. Este año estamos haciendo más publicidad por la zona norte de España. Estamos buscando otras zonas y otras empresas grandes que les pueda encajar nuestro servicio”.
Los drenajes se pueden introducir en cualquier tipo de cultivo. “El problema que tenemos es el espacio que disponemos en campo para introducir la máquina. Por ejemplo, en viñas donde no tienen un marco de plantación que no sea más ancho de unos tres o cuatro metros no podemos entrar. Por lo tanto, es importante, hacer estas tareas cuando se está preparando el terreno, antes de plantar cualquier cultivo. De hecho, Iñaki, el anterior dueño, trabajaba mucho preparando viñedos. Pero antes había un boom de la viña y ahora nos tenemos que adaptar a los nuevos cultivos, como el almendro o pistacho”, comentan.
Para ver el funcionamiento de la máquina pincha aquí.