¿Cuáles han sido las dificultades que os habéis encontrado por el camino?
Los mayores inconvenientes que nos hemos encontrado a lo largo de estos años han sido a la hora de manejar la semilla. Sembramos nuestra propia semilla pero antes hay que seleccionarla en una seleccionadora que cuesta muchísimo y no está al alcance de un agricultor. Gracias a INTIA y a CPAEN/NNPEK creamos una asociación que se llama Hazialdeko, y nos hemos comprado en conjunto una maquina seleccionadora itinerante. Cada uno de nosotros  (agricultores en ecológico) la trasladamos a nuestras explotaciones por diferentes localidades de Navarra y seleccionamos nuestra propia semilla que luego sembramos en la finca.

¿Cómo animarías a dar el paso a la agricultura ecológica a otras agricultoras?
Nuestra valoración a lo largo de estos años ha sido positiva, no solo hemos conseguido cultivar, cuidar medio ambiente, cuidar la finca… sino que también hemos conseguido que sea rentable.  No se puede olvidar que si no es rentable no sirve. Entonces “funciona”. Creemos en la finca, creemos que podemos aportar un granito y dejar a las futuras generaciones algo mejor.  La agricultura ecológica es una apuesta clara de ello y la experiencia de estos 22 años ha sido súper positiva.  Animaría al resto de la gente a no hablar tanto de producciones sino de calidad, a quien va dirigido y que estás dejando de residuo. No solo dedicarte a cultivar sino que estás aportando a la tierra y que estás dejando de huella tuya en esto.