UAGN, Asaja Huesca, Asaja la Rioja y CEOE Aragón han realizado las alegaciones al borrador del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación de la Demarcación del Ebro (PGRIEbro), con el horizonte de 2027, durante el periodo de consulta pública.  

Desde UAGN vemos con preocupación cómo la dinámica de muchos ríos y especialmente del Ebro en su tramo medio está produciendo inundaciones cada vez más frecuentes y con un menor caudal. Esta situación afecta gravemente al sector primario que se sustenta en zonas cada vez más vulnerables y, en definitiva, para toda la sociedad que se ve afectada por estos episodios de avenidas cada vez más habituales.

“Sin embargo, esta grave situación no está motivando a las administraciones competentes, especialmente a Confederación Hidrográfica del Ebro, a realizar actuaciones tendentes a reducir la frecuencia y gravedad de las mismas. Por desgracia, más grave aún, se están adoptando una serie de medidas contrarias a las actuaciones estructurales en los ríos, intentando dar una “imagen” falsamente medioambientalista”, denuncia Luis Miguel Serrano, vicepresidente de UAGN.

En esta línea, UAGN, Asaja Huesca, Asaja la Rioja y CEOE Aragón presentaron las siguientes alegaciones, ya que “no se ha contado con la participación de los colectivos más afectados por las inundaciones. Solamente han participado las administraciones públicas como así recoge el punto 3.3. de la memoria. Lamentablemente solo nos ha quedado la vía de presentar estas alegaciones al proyecto”, continúa Serrano.

A la hora de elaborar los mapas de inundaciones y sus periodos de retorno, se han tenido en cuenta las inundaciones recientes y por ello, se ha ampliado el área inundable en numerosos casos. “Si se estudiara la posibilidad de realizar mantenimiento adecuado del cauce de determinados ríos, se podrían reducir las zonas inundables”, matiza Serrano.

Por otro lado, en el Plan redactado se observan muchas medidas referentes a los usos del suelo y de la eliminación de defensas y ampliación de zonas inundables. Todas estas circunstancias alteran la situación de muchas personas que tienen sus explotaciones en estas zonas y ven como se deprecia el valor de sus parcelas. “Desde UAGN consideramos que si las actuaciones que pretenden realizarse, conllevan cualquier alteración en el valor patrimonial de una explotación, debería ser indemnizado. Pero además de las indemnizaciones, pedimos que se limiten estas medidas puesto que suponen un gran activo para la economía local”, explica Serrano.

Medidas estructurales
Los dragados, las motas y los embalses en zonas problemáticas son algunas de las actuaciones que se enmarcan en las medidas estructurales para desarrollar una gestión correcta de los ríos y entre las medidas no estructurales se encuentran los planes de ordenación. “En la memoria del PGRI resultan escasas las medidas estructurales y siempre bajo la lupa del coste-benéfico. No resulta lógico que las medidas estructurales suponen poco más del 5 % del presupuesto”, denuncia Serrano.

Así mismo David Navarro, agricultor de Tudela y vocal de la Junta Permanente de UAGN denuncia como “en las 286 páginas de la memoria y en las 3.206 páginas de los anejos no aparece la palabra “dragado” ni similares. Creemos que son muy necesarios en zonas donde la acumulación de sedimentos impide el correcto funcionamiento del cauce”.

            En el PGRI se menciona en numerosas ocasiones la estrategia Ebro Resilience, programa en el que se han desarrollado jornadas participativas, en las que ha participado UAGN y donde se han expuesto soluciones contrarias a la línea principal de este proyecto. “Desde UAGN, nos gustaría que se incluyesen medidas para la limpieza de los cauces. Resulta muy frustrante que tanto tiempo dedicado a la participación no conlleve ni una sola medida en esta línea y cabe preguntarnos si la participación en estas jornadas ha servido de algo o las conclusiones estas previamente decididas”, reivindica Navarro.

            Desde la organización agraria se apoya la extensión de los seguros y su mayor participación ante las inundaciones y en las zonas de mayor riesgo. Pero es fundamental plantearse cómo se va a mejorar el grado de penetración de los seguros a un precio asequible si determinadas zonas pasan a ser inundable con gran frecuencia.

            Por último, se presentan 79 indicadores para valorar la ejecución de este plan sobre inundaciones, pero ninguno de ellos se basa en la frecuencia de las riadas y en observar cómo las mismas se están produciendo con caudales menores. “Solamente encontramos un “Programa de continuidad de sedimentos”, con un contenido algo generalista pero que puede ser útil en la línea de comprobar dónde ha aumentado el lecho de algunos ríos. Sin embargo, para medir los resultados de las actuaciones creemos fundamental que un programa sobre inundaciones tenga indicadores sobre la frecuencia e intensidad de las propias inundaciones”, demanda Navarro.

            Desde UAGN, Asaja Huesca, Asaja la Rioja y CEOE Aragón se presentan estas alegaciones insistiendo en una gran preocupación por la línea de actuaciones que viene manteniendo la Confederación Hidrográfica del Ebro, desde hace unos años. La falta de mantenimiento de los cauces nos ha llevado a una situación de mayor riesgo de inundación. Nos gustaría que se tomen en consideración nuestras alegaciones y se trabaje por un plan de inundaciones basado en todas las medidas disponibles, sin excluir ninguna. Las medidas estructurales (embalses, motas, dragados, etc.)  deben formar parte importante de cualquier planificación de la Cuenca del Ebro.