En su segunda intervención manifestó:

“ Agradezco a todos los grupos políticos, ya que parece que el tema les interesa y quieren buscar soluciones. Respecto a lo que se ha comentado, mis compañeros cazadores dicen que pueden controlar la superpoblación del conejo, en 17 años, la población no se ha podido controlar, los daños siguen creciendo y creciendo, ¿quién lo paga?, los agricultores. Se pueden tomar todas las medidas que ustedes quieran, pero al final el que paga es el agricultor. Con todo lo que se está hablando hoy en día, de lo bonito que es el mundo rural… la que fija la población en el medio rural es la agricultura y la ganadería, que no se nos olvide. Sí tenemos que dejar de cultivar porque al final no vamos a poder vivir de ello díganme, ¿cómo lo hacemos? O nos pagan por tener “conejitos” por encima, porque se vean, porque sean bonitos, porque la gente de la ciudad venga y los vea…o sino es imposible mantener esto. Les he dicho antes y les vuelvo a repetir, 20 % como mínimo de su salario dedíquenlo a la fauna cinegética, como lo dedicamos los agricultores y ganaderos, que es sólo lo que nos quita el seguro, sin contar que las parcelas después de 3 años ya no se pueden asegurar, con lo cuál pierden valor y no se pueden cultivar. Respecto al incremento del cultivo del maíz, según los datos del Ministerio de Agricultura en 1987, la superficie del maíz era de 23. 225 hectáreas, en cambio en 2011, 13.000 hectáreas, seguimos hasta el 2018 con 13.448 hectáreas. No digamos cosas que no son ciertas”

La tercera intervención que realizó fue en repuesta al representante de la federación de caza, que expuso un ejemplo de daño agrícola del jabalí en Alemania. El agricultor tiene que dejar como una traviesa, una especie de cortafuegos donde se localiza una torre y desde ahí el cazador pueda abatir a los jabalíes, aunque se pierde una superficie de cultivo, los daños disminuyen tanto, que en proporción es positivo.

“Esto lo podrán hacer en el sur de España, en algunos sitios donde tengan latifundios, pero una zona como la nuestra que son minifundios, no es viable. Aquí las máximas parcelas que se están poniendo son de 10 hectáreas en los nuevos regadíos. Es decir, estamos hablando de que comparado con Alemania es irrisorio. Nosotros estamos colaborando con los cazadores, siempre hemos colaborado y con las administraciones también, pero os lo vuelvo a decir, no podemos soportar más, no podemos, que nos vamos a la ruina todos. Nosotros no tenemos otra cosa, nosotros hemos colaborado siempre con medioambiente, con los cazadores, pero se nos comen los cultivos, no tenemos defensa y esto sucede año tras año.” Replicó Luis Miguel Serrano.

Se llegó al acuerdo de que la caza es la herramienta imprescindible para el control de esta situación y la más eficaz. Se reconoció que las soluciones son complejas porque afectan a muchos sectores y agentes y se nombraron algunas de las medidas que se están llevando a cabo.

Por otro lado los accidentes de tráfico causados por animales cinegéticos en 2018 fue de 994 frente a las 1.150 del pasado año. De ellos, el 80 % se produjo por esta fauna, por tanto hubo un aumento considerable de sucesos.

Por último respecto a la gestión de los cotos, se ha apostado por favorecer la autogestión de cotos y dar herramientas para que se realicen acciones con más celeridad, sin depender de muchos trámites burocráticos, para mejorar el problema lo antes posible.