Hasta la FAO, siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ha hecho pública su fuerte preocupación en dos estudios científicos publicados recientemente ante la propagación de la roya en los cereales.

Como muy bien sabéis los cerealistas navarros, esta enfermedad fúngica ocasiona cuantiosas pérdidas en las cosechas de trigo vulnerables y su control, puede requerir hasta tres tratamientos, tal como ocurrió la anterior campaña en Navarra, con el coste económico que ello ocasiona.

La FAO ha querido alertar a los agricultores en sus informes publicados en la revista Nature de la aparición de nuevas formas de roya amarilla en muy diversas regiones del mundo durante 2016 que van a hacer más difícil todavía su control.

Las variedades de roya ya conocidas se han propagado a otros nuevos países, que hacen necesarias medidas de detección temprana para impedir lo que pueden significar auténticas catástrofes en lo refernte a las producciones mundiales de trigo, señalando como más vulnerable la cuenca del mar Mediterráneo.

Destaca como en Sicilia una nueva raza patógena de roya amarilla afectó a miles de hectáreas de trigo duro durante la anterior campaña 2016; con una virulencia y una rapidez de expansión totalmente desconocida hasta ahora en Europa.

También informa la FAO que los agricultores productores de trigo en Etiopía y Uzbekistán tuvieron que lucha durante la campaña anterior contra brotes de fiebre amarilla AF2012, una nueva variedad que apareció simultáneamente en ambos países durante 2016 y mermó drásticamente las cosechas de trigo en ambos países.