Una cosecha inferior a la esperada, la caída de la producción en los grandes países productores, el incremento del consumo interno y la buena marcha de las exportaciones propician un alza del precio del aceite de oliva.

Con una producción 2016-17 estimada en torno a 1,3 millones de toneladas, sensiblemente inferior a la anterior debido a las condiciones climáticas que caracterizaron la primavera y el verano pasado, el incremento sostenible de la demanda interna y la buena marcha de las exportaciones han propiciado que las cotizaciones en España del aceite de oliva se revaloricen.

Los precios en origen registrados en la última semana de febrero marcaron cifras record de 3,80 €/litro para el aceite extra virgen; 3,70 €/litro para el virgen, y 3,60 €/litro para el lampante que necesita refinarse para su consumo. Son precios equiparables a los registrados hace una década cuando se cotizó sobre 500 pesetas/litro.

Todos los operadores de este sector estiman que dichos precios se mantendrán en parámetros similares durante los próximos meses. Es de destacar en este apartado que en España las existencias de stocks son de tan solo 242.000 toneladas, un 29% por debajo de la media de las cuatro últimas campañas.

A pesar de los precios en alza de la anterior campaña las exportaciones se elevaron a 900.000 toneladas con un ritmo sostenido en los mercados tradicionales y un incremento significativo en países emergentes como China o Japón.

Con excepción de Turquía que incremento significativamente su producción de aceite de oliva (de 143.000 a 177.000 t.) y Marruecos que se mantuvo (130.000 t.) todos los demás países redujeron claramente sus producciones: Grecia bajó de 320.000 a 260.000 t. y Túnez de 140.000 a 100.000 t.